Ghost Rider: Espíritu de Venganza, secuela -digan lo que digan- de El Motorista Fantasma, es un nuevo film de superhéroes estrenado hace apenas unos días.
En el film, Johnny Blaze (NicolasCage) es de nuevo protagonista de una lucha contra las fuerzas del infierno, en particular contra el villano Apagón (Johnny Whitworth) y el mismísimo diablo (Ciarán Hinds). Todo esto es, en principio, para salvar de la condenación al joven Danny (Fergus Riordan) y a su bella madre (Violante Placido).
Todo empieza practicamente con el primer tiroteo, al que siguen unas escenas de animación que sirven de resumen de lo ocurrido en la película anterior -y siguen diciendo que no es una secuela-
Las escenas de acción son, casi siempre, momentos carentes de ritmo en los que el motorista luce sus poderes con parsimonia y lentitud, lo que no aporta la emoción que una película de estas características debería transmitir. Pero esta es una sensación que persiste durante toda la cinta, una sensación de que todo es lento, de que los personajes están haciendo lo que hacen porque no tienen nada mejor que hacer, y esto convierte al film en tedioso por momentos.
Los personajes no es que sean malos, es que tienen el carisma de un ladrillo -se salvan por los pelos el motorista y el monje Moreau (Idris Elba)-, Hinds resulta ser el peor diablo de la historia del cine, y no peor de "que malo que soy, soy el diablo", si no malo de parecer un viejo pelele que pretende ser peste y no llega a resfriado. Y lo de Apagón no tiene nombre, lo dicho del diablo se le queda corto... Cualquiera de los villanos de la anterior entrega era infinitamente mejor -sí, incluso aquellos que no llegaban a decir una palabra-
Lo único que salva a esta película es el continuo y gamberro sentido el humor, plagando el guión de chistes malos que arrancan risas, lo cual es bueno, pero a la vez triste, pues un protagonista torturado interiormente acompañando a personajes que huyen del diablo y sus secuaces, no deberían tomárselo tan a cachondeo... Pero el motorista es así, un loco y trastornado ex-estrella del motor que solo se serena cuando se transforma -momento en el que es más malo que el villano de la película-
Destacar la vuelta a la gran pantalla de Christopher Lambert, lo cual se agradece, pero sintiéndolo mucho, denota antes de tiempo la identidad y calidad del film... en la línea de Lambert y sus últimos trabajos.
En conclusión, Ghost Rider: Espíritu de Venganza es una película para ver -por Dios en 3D NO- cualquier día, y nunca más. Una película lenta y aburrida por momentos -casi todos los momentos, sinceramente- pero que se deja ver por su comediante protagonista y sus efectos especiales, que aunque desaprovechados con una acción que no es acción, no dejan de ser impresionantes, aunque acompañen al peor 3D que he visto.
Peor que la primera parte.
CRITICÓMETRO 5/10
TRAILER DE GHOST RIDER:
ESPÍRITU DE VENGANZA
No hay comentarios:
Publicar un comentario